Para muchos este es un tema polémico. Parece que en estos tiempos se confunde lo que significan estos términos, y no pocos hombres quieren ser "femeninos" y mujeres, "masculinas".
Lo central es que antes de ser femenino o masculino habría que ser humano. Porque si alguien carece de identidad humana (suficiente), o no tiene dignidad de persona, ni valores que lo humanicen, entonces surgen las confusiones y los problemas que vemos hoy en el mundo.
Se quiere ser hombre o mujer sin ser suficientemente humanos. Y no puede ser.
Por ejemplo, no es que femenino deba ser dulce, y masculino, seco. Ni sumisa o dominante. Ni dedicada a la familia o al trabajo fuera de casa. Ni leal o infiel. Ni servicial o servido. Ni débil o fuerte. Ni emocional o pensante. Ni pasiva o activo.
Un ser humano valioso sabe que hombre o mujer valen por igual, aunque tengan algunas diferencias. Diferencias, no deficiencias. Diferencias que los enriquecen y complementan. Valiosos cada uno en el mundo, solos o en pareja, cada uno interesado en el bien y bienestar del otro.
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