Hoy en día parece estar de moda ser grosero.
Vemos a chicos y grandes, hombres y mujeres, cultos e incultos, usando palabras maliciosas, ofensivas o totalmente groseras.
Feas palabras son siempre feas palabras, aunque se digan en el mejor tono y con la voz más hermosa.
Palabras groseras "hablan" de ti y dicen que tienes un corazón turbio y una cabeza torpe.
Y muchas veces el uso de tales palabras se ha hecho un mal hábito y se dicen casi sin pensar en lo que se dice. Horrible hábito.
Y más feo porque te desmerece totalmente. Quien te las escuche no podrá pensar sino que eres una persona sin calidad educativa, sin calidad social, sin calidad moral.
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