Si dices lo que no aceptas o te disgusta en el momento justo, te sentirás bien contigo mismo. Y lo dirás en la mejor forma, sin arrebatos.
Pararás la acción del otro porque verá que defiendes tu derecho. Y si no quiere parar, ya está advertido.
Te haces bien y le haces bien (salvo que sea muy torpe).
2 comentarios:
En ocasiones digo lo que me molesta sobre lo que está haciendo alguien, de la mejor forma, y la otra persona piensa se molesta, piensa que la agrediendo.
Como, al hablar, cuentan las palabras dichas, pero tanto o más cuenta el volumen de voz, el tono de voz, la mirada, los gestos corporales, la expresión de todo el rostro, valdrá el trabajo de que trate de observarse. No sólo LO que dice, sino CÓMO lo dice y PARA QUÉ lo dice. Si todo está perfecto, será que la otra persona no quiere oír lo que no le gusta saber.
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