Apoyar a los hijos no significa aprobar todo lo que ellos deseen, ni darles siempre la razón, ni anteponerlos a la verdad y a la justicia.
Esta confusión NO llevará a criar un hijo que siente el afecto de sus padres. No.
Esta confusión llevará a criar seres egoístas, que no aceptan normas ni reconocen límites.
Y ello los convierte en un peligro para los demás y en una tortura para sus propios padres, que creyeron estar "amándolos", cuando lo que hacían era no enseñarles a auto-regularse.
Continuaremos...
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