Las normas son o no son. Las "excepciones" necesitan ser administradas con mucha sabiduría.
Si un hijo se comporta fuera de las normas (o sea "mal") hay que hacérselo saber y en seguida. La excepción podría ser, por ejemplo, dejarlo para un poco más tarde para evitarle vergüenza pública. Y haciéndoselo notar cuando se hable con el hijo.
Esta actitud es muestra del amor paterno : te amo y te corrijo, corregirte no es des-amarte.
Cuando hay que corregir se corrige.
Es la manera en que el hijo capte que todo lo que uno hace trae consecuencias y que las consecuencias se afrontan.
Si no ¿cómo queremos que aprendan responsabilidad? Les aseguro que no se aprende por casualidad.
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