Disciplina es una de esas pobrecitas palabras que adquieren "mala fama".
A muchas personas les suena como algo malo, algo fastidioso, algo hasta abusivo.
Y no es así.
Disciplina es orden, orden en nuestra vida.
El orden es bueno, es saludable, es algo que ayuda, que nos equilibra.
La autodisciplina es la que puede hacerse todo aquel que ya pasó de la etapa de vida en que hay poca capacidad de reflexión, poco sentido común y poca experiencia.
Autodisciplina no es rigidez, es armonía. Si no te la empiezas a administrar, vivirás una vida caótica, donde el desorden dominará en tus costumbres, tus relaciones, tu trabajo, tu alimentación, y hasta en tu moralidad.
Piensa, ¿en qué aspectos de mi vida estoy actuando a la deriva, sin reflexión, casi por impulsos?
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