NO TE AUGURES MALES .
Seguro que alguna vez nos hemos observado haciéndonos augurios negativos a nosotros mismos. ¿Quién no lo ha hecho?
Si nos deseamos bienes nos sentimos más confiados, no sólo para estar en calma sino para actuar con seguridad y esperanza.
Claro que alguna vez nos hemos deseado bienes, pero sin fundamento, y -habitualmente- el buen pronóstico no funcionó. Como cuando dijimos "Me irá bien en ese examen" y fuimos sin ninguna preparación.
Y otras veces nos hemos augurado males pero con fundamento, porque ya sabíamos que las circunstancias estaban todas en contra. Más que un augurio eso era un acertado pronóstico.
Lo que no es útil hacer es estar siempre esperando que nos suceda lo peor. No hay razón para ello.
Mejor es desearnos bienes en lo que depende de nosotros. "Voy a hacer lo mejor posible, lo voy a intentar bien, voy a ir con una sonrisa, merezco la recompensa a mi esfuerzo".
Ponemos de nuestra parte, Dios pondrá el resultado.
Así todo estará bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario