El respetar es una hermosa virtud humana, que se está perdiendo y más en la intimidad del hogar.
Respetar se "ve" en las palabras que se usa. Se ve en las miradas que se cruzan. Se ve en el tono de voz que se emplea. Se ve en los gestos que se hace mientras se conversa.
Aunque la conversación se torne difícil o áspera, nada justifica el maltrato que da la falta de respeto.
Quien enseña y da el ejemplo de respetar es el el padre/madre.
A unos padres que respetan ningún hijo se atreverá a irrespetarlos y, si lo intentara, los padres tendrán toda la autoridad moral para impedírselo.
Cuando uno irrespeta al otro, ya no hay vuelta, se rompe el contacto, se acaba hasta el cariño.
Eso es grave si nos ocurre con cualquier prójimo, pero es fatal si ocurre con los hijos.
¿A quién van a acudir? ¿En quién van a creer? ¿Se respetarán a sí mismos? ¿Serán capaces de respetar a los otros?
Para pensarlo.
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