Es difícil que las personas concuerden al cien por ciento.
Y más difícil cuando hay diferencia de experiencia y diferencia de edades. Eso ocurre con los propios hijos.
Por lo general, tampoco todos los temas necesitan de un acuerdo total.
Cada uno puede explicar sus puntos de vista y sus fundamentos, y cada quien puede mostrarle al otro porqué cree que su punto de vista es más acertado para tal o cual situación.
No es necesario pelear por imponerse, ni darse por ofendido si no concuerdan con nosotros.
Si el tema es serio , escuche, ofrezca pensarlo (y hágalo), y avise que usted decidirá lo que considere mejor para todos; ese es su derecho y su deber como madre/padre.
Lo que debe quedar muy claro es que a ustedes los mueven buenas razones y buenas intenciones, no caprichos ni cerrazones.
Una familia no es un club donde todo se decide por votación. Los padres no ponen su buena autoridad al voto. Pero esto no significa ser un autoritario de malas maneras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario