Todos hablan de salir al campo, de pasear al aire libre, de ir a la montaña, de respirar aire puro, de ir al mar, ¿por qué?, ¿sólo por entretenimiento?. Creo que no, creo que es porque la naturaleza es fuente de bienestar para los seres humanos, aunque no se ha comprobado que la gente de campo sea más feliz que la gente de ciudad.
Claro que la naturaleza es fuente de bienestar cuando está en su estado plácido, que es el que el creador le infundió.
En la naturaleza hay armonía, hay vida, hay color, hay hermosura. Y en la naturaleza no hay maldad.
La naturaleza violenta, furiosa, es un gran misterio para mí, que ignoro las leyes de las ciencias naturales.
Será por ello que la Palabra dice que hasta la naturaleza sufrió a causa del pecado en el mundo y que necesita ser reconciliada con Dios.
Y si no nos es posible salir al campo, todos podemos tener una planta en casa, cultivar unas flores, o alzar los ojos al cielo.
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