¡Claro que sé que no nos es siempre fácil!
Los ejemplares humanos son variadísimos y si uno quisiera bromear con algo tan serio diría que el catálogo tiene de todos los tipos.
Por eso es que no pensamos llevarnos maravillosamente bien con todos, sino llevarnos simplemente bien.
Si ponemos de nuestra parte lograremos mucho. Claro que lograríamos más si todos pusieran de su parte. Pero no se puede pedir peras al olmo.
Hagámoslo por nuestro propio bienestar emocional. No será tan fácil. El secreto está en tener un fondo de respeto para cada ser humano, para todos (incluyendo a aquellos que no parecen merecérselo mucho).
Con esa actitud de respeto básico nos haremos menos problemas y daremos menos problemas.
Hacemos nuestra parte. Dios hará el resto.
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