2. CRITICAR MENOS.
Y -naturalmente- lo criticamos. Lo hacemos como un modo de corrección y ayuda.Pero así, podemos saturar a los niños con nuestras observaciones y nuestros disgustos por todo aquello en lo que fallan. Ejemplos : "nunca obedeces", "eres travieso", "no sabes hablar", "eres muy tímido".
Y no sólamente se lo decimos a los niños sino que lo decimos a los demás y delante de los niños.
Esta actitud no ayuda. Se puede criticar, pero SIN exagerar. Criticar todo y tanto sólo disminuye a los niños al etiquetarlos, como si fueran así y no tuvieran oportunidad de superación. El niño llega a pensar "así soy yo, así me sé portar, así me portaré".
Piénsalo. Es bueno dar menos de este tipo de "atención negativa".
Continuaremos...
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