Está demostrado que la crítica desanima, acaso ¿no te ocurre a ti misma/o? Y, también, que el reconocimiento estimula y alegra.
Es una mala idea ignorar las conductas positivas de los niños, como si "fueran su obligación", porque la impresión que les damos es doblemente perjudicial : 1. no me interesa lo que haces cuando es correcto, y 2. no es importante lo que haces correctamente.
¿Acaso los adultos sólo estamos para censurar?
Así que, a reconocer lo valioso que hagan, aunque sea poco, aunque sea incompleto. Reconocer sinceramente, sin engaños, sin elogios absurdos.
Bastará con : "me gustó lo rápido que te alistaste", "gracias por venir a comer apenas te llamé", "has tenido paciencia con tu hermano". Así alientas y refuerzas en el conocimiento de cuáles son las conductas que te gustan.´
¿Cómo queremos que crezcan positivos si nosotros no lo somos con ellos?
Continuaremos...
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