Dicen lo que no piensan.
Manifiestan lo que no sienten .
Usan caretas de dulzura o de bondad.
No lo hacen por cortesía o por tolerancia.
Lo hacen porque la doblez ya se les hizo parte de su esencia personal.
Creen que todos los demás son ingenuos, a los que pueden engañar.
Tómalas como lo que son, personas que aprendieron a vivir con máscaras.
Evidentemente no son las personas ideales para cultivar amistad con ellas. Te puedes "contagiar".
Una vez que identificas la hipocresía, cuídate de no caer en su juego. Porque existe el riesgo de que te agrade lo que te dicen o lo que te expresan.
Toma "con pinzas" lo que viene de ellas, tanto lo que se refiere a ti como a otras personas.
Da por seguro que, cuando vuelvas la espalda, se irá la sonrisa de sus rostros, la gentileza de sus bocas y no quieras ni saber lo que piensan de ti. Ni vale la pena saberlo.
Reconocemos los defectos ajenos para evitarlos en nosotros.
No para despreciar a las personas.
Sí para tomar la actitud adecuada.
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