lunes, 19 de julio de 2010

DISCIPLINANDO 8.

EN LA VIDA HAY LÍMITES.
El ser humano tiene ansia de poder. Y hasta de poder omnipotente.
Soñar es lindo, soñar puede ser saludable.
Pero necesitamos aprender a soñar sin separarnos del suelo que pisamos. Esto que digo no es cruel, es útil.
Perjudicamos a un hijo/a cuando lo hacemos crecer  haciéndole pensar que puede actuar como le apetezca, que todo es posible sólo con desearlo, que los límites son para los otros, para los que "no son nadie" .
La vida real (y lo que vemos que ocurre a tantos jóvenes) nos enseña que  -más tarde o más temprano-  crecer creyendo que se puede vivir como uno quiere porque todo es aceptable, puede costar hasta la vida.

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