APRENDER A EVITAR RIESGOS TONTOS.
Me apena la cobardía. Me apena la temeridad.
Ser libre suele implicar actuar. Y actuar suele implicar riesgos.
Pero hay riesgos necesarios, riesgos valiosos y riesgos necios.
Una de las ventajas de disciplinar a los hijos es que se les enseña que toda libertad trae responsabilidad. Que las libertades nunca pueden ser extremas ni incondicionales.
Para poner ejemplos de todos los días, ¿es necesario beber hasta perder el control?, ¿beber y manejar automóvil?, ¿meterse en problemas sin sentido?, ¿salir ebrio por las calles exponiéndose hasta a ser asesinado?, ¿caminar las calles de madrugada sin necesidad urgente?, ¿irse de "fiesta" con cualquier desconocido? , ¿abarrotar sitios de baile que luego se convierten en trampas mortales? Y la lista no tiene fin, basta escuchar las noticias policiales de cada día.¡Cuántos problemas menos si los hijos hubieran aprendido disciplina!
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