A veces pensamos que una disciplina eficaz es la de "se ordena y se obedece", a lo militar.
En familia éso no funciona.
No estoy diciendo que las normas deban ponerse a votación o ser al gusto del cliente. No. Digo que con hijos que ya piensan es bueno usar la reflexión.
Reflexionar para analizar el motivo de las disposiciones, para analizar las situaciones y para analizar las consecuencias de una y otra conducta.
Las personas somos pensantes y las personas se entienden hablando, claro, si hay buena disposición. En una familia nadie va a dudar de la buena fe de los padres.
Si el hijo tiene su opinión, escúchenla. Si no les parece, díganselo y díganle por qué.
Al final, ustedes siempre pueden imponer su autoridad (= responsabilidad) paterna, pero sin ese sabor de autoritarismo de a quien no le interesa saber lo que los demás piensan.
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