El mundo físico y el mundo social parecen estar cruzados por fuerzas que van en todas direcciones.
La vida nos hace vibrar, sentir, querer, pensar, temer, ...
Y también la vida nos enseña a disciplinarnos para lograr el equilibrio entre todas las "presiones" (no siempre negativas, por supuesto). DISCIPLINA y EQUILIBRIO son dos palabras estupendas, que nos ayudan a vivir, a relacionarnos, a obtener metas, a mantener nuestro bienestar y el ajeno.
La idea es aprender a equilibrar entre presiones y reacciones, para no terminar destrozados por la tensión. Pero tampoco la idea es mantenernos en un estado de indiferencia mortecina.
Necesitamos estar activados. Llegar al punto ideal de activación es el asunto, para ser productivos y no impasibles ni estresados.
Actuar. Descansar. Paz. Exigencia. Tolerancia consigo y con los demás. Respeto para uno y para los demás. Realismo.
Meditación, relajación, fe, son nuestras grandes aliadas.
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