Tener una opinión sobre lo que vemos, es una reacción normal. Sentir agrado o desagrado por lo que vemos es natural.
Lo que quiero decir es que los seres humanos solemos evaluar la conducta de las personas. Y lo hacemos aunque no siempre tengamos conocimiento de todas las situaciones que preceden las reacciones de los demás. Y lo hacemos mucho más con las personas jóvenes que son de la familia o que son en parte responsabilidad nuestra.
Y observando las reacciones que juzgamos inadecuadas surge la crítica y el llamado de atención.
Es un deber de padres y profesores ayudar a hijos y alumnos a analizar qué están haciendo, cómo lo están haciendo, para qué lo están haciendo y qué resulta de sus acciones.
Pero hacerlo en público, con público expectando la crítica, NO es una manera positiva de actuar. Avergüenza, irrita, disminuye.
Cuando se experimentó con esta forma de corrección se halló que un 60% de los jóvenes empeoraron o no fueron ayudados en nada.
Continuaremos ...
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