Esta es otra manera favorable para ayudar a un hijo o alumno.
Es el reconocimiento público del esfuerzo de la persona por hacer algo que es digno de aprecio. Es decir a otro(s) que ese hijo/alumno da señales de querer hacer lo que es meritorio.
Aunque el resultado final del esfuerzo hecho por el joven no fuera el óptimo, saber que se reconoce su buena voluntad y su empeño es altamente estimulante.
Por supuesto que en estos casos se impone practicar dos cualidades : verdad y mesura.
Verdad, para no halagar mintiendo (lo que sería un mal ejemplo).
Mesura, para halagar con elegancia, sin exageraciones de mal gusto.
En el estudio de Brigs, al usar este método se vio que no ayudó o empeoró al 9%, pero sí ayudó al 91% de los jóvenes.
Continuaremos...
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